Este jueves se ha clausurado la jornada «La gestión de los riesgos de inundación en los municipios», organizada por el Instituto Aragonés del Agua en el marco de Smagua 2023.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, ha recordado el punto de inflexión que supuso 2015 en la forma de hacer frente a las inundaciones del río Ebro y se ha mostrado optimista “con el cambio de paradigma”. Hasta esa fecha el Gobierno de Aragón se había limitado a indemnizar los daños que las riadas producían, comprometiendo el presupuesto de la Comunidad Autónoma.
MEDIDAS URGENTES
En 2018, el presidente Lambán le presentó al entonces presidente Rajoy el documento de `Medidas Urgentes para reducir los riesgos por inundación en el tramo aragonés de la Ribera del Ebro´, informe que luego se remitiría a la ministra Ribera. Sería el origen del eje Ribera sostenible, dentro del Plan Ebro 2030 que retoma el legado material e inmaterial de la Expo 2008 y mira de forma proactiva a la propia naturaleza del río para asegurar una convivencia segura y productiva en la ribera del Ebro. Se puso el foco en la coordinación institucional, el desarrollo local participativo y la implicación de todos los agentes.
Un hito muy importante fue la constitución de la Comisión de municipios afectados por las Riadas del Ebro en el seno de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP), lugar de debate y encuentro para poner en marcha acciones conjuntas. “No se puede despreciar el punto de vista de los municipios afectados, incorporarlos al debate ha sido fundamental”, ha destacado el consejero.
Durante la jornada, también ha intervenido el presidente de la FAMCP, Luis Zubieta, para hablar de la gestión de riesgos de inundación en los municipios.
Zubieta ha manifestado que «debemos ser conscientes de que vamos a tener que convivir con la realidad de las crecidas del río, y que es de vital importancia la coordinación institucional permanente para la gestión de las inundaciones, pero no solo en el momento de la emergencia, que demostró ser fundamental en la gestión de la última riada en diciembre de 2021, sino también en el trabajo permanente y continuado que se lleva a cabo día a día. No cabe pensar en eliminar las riadas. Tampoco comprometer, ni exigir, la total indemnidad frente a los riesgos asociados a este fenómeno natural. De ahí que tenemos que seguir trabajando en la prevención y adaptación del riesgo, porque ha demostrado ser crucial para afrontar este fenómeno, que cada vez ocurre con más frecuencia y que nos ha permitido mitigar con creces los daños de la última gran avenida si los comparamos con las de años anteriores.»
LÍNEAS DE ACTUACIÓN
El Gobierno de Aragón ha impulsado dos líneas de convocatorias en materia de prevención. Por un lado, se trata de lograr que todos los municipios tengan sus planes de emergencia aprobados. Ya son cuatro las convocatorias aprobadas. Por otro, mantener las riberas, a través de la restauración fluvial y la retirada de los troncos o ramas que dificultan el paso del agua (dos convocatorias aprobadas, tras unas acciones piloto ejecutadas en 2018-2019). “Siempre ha sido compleja la relación entre dominio público forestal y fluvial, pero a través de estas convocatorias gestionadas por el Instituto Aragonés del Agua y dirigidas a los municipios, se está haciendo posible la limpieza de las riberas”, ha explicado el consejero, quien ha añadido que “por esa misma razón se propuso la compra de tierras”.
Por su parte la CHE ha actuado en el retranqueo de motas, la permeabilización de infraestructuras, creación de perímetros de seguridad, áreas de inundación temporal controlada, zonas de amortiguación del flujo, curages, etc. Estas primeras medias ya se han mostrado eficaces en la riada de diciembre de 2021, que se esperaba como la de 2015 o, incluso peor, y sin embargo los daños han sido inferiores (20.900 hectáreas afectadas en 2015, 15.000 has en 2018 y 11.339 has en 2021). A esta inversión se suman los fondos europeos Next Generation del Plan de Recuperación Transformación y Resilencia recibidos en Aragón a ejecutar 2023-2026 por valor de 6,5 millones de euros. En total la inversión en prevención para el periodo 2018-2023 es de 10 millones de euros.